SÃ ... y no.
Por un lado, es cierto que una narrativa visual en nuestros cuentos y novelas permite más fácilmente una adaptación a medios audiovisuales (muy conveniente para la difusión de una historia). También es cierto que la sociedad actual, al estar tan masivamente estimulada por medios visuales, asimila mejor esta forma de expresión y, por lo tanto, le es más fácil acercarse a narrativas visuales que a cualquier otra.
Sin embargo, la escritura permite muchas más dimensiones, más allá de lo visual, ya que es un arte muy abstracto. Las palabras evocan múltiples sentidos, entre los cuales están los tradicionales: la vista, el olfato, el oÃdo, el tacto y el gusto; pero también muchos otros: orientación, equilibrio, intuición, emociones, tiempo... Incluso podrÃamos inventar alguno nuevo y, si la descripción es lo suficientemente clara y sugestiva, el lector podrá imaginarlo.
Las palabras pueden percibirse por la vista (impreso), el oÃdo (audio) o el tacto (sistema Braille). Pero lo verdaderamente importante de las palabras es que codifican un mensaje. Cuando leemos es como si nuestra mente fuera la computadora que recibe el código (las palabras) y lo transforma en nuestro interior en olores, ruidos, imágenes y mil sensaciones.
SÃ, es aconsejable evocar imágenes en nuestra narrativa, pero vayamos más allá, mucho más allá, hasta donde nos pueda llevar nuestra mente.
También te puede interesar: Cómo escribir diálogos
NOTA ACLARATORIA: En este artÃculo me refiero a la manera de escribir, con un enfoque más visual o involucrando más sentidos. No es una comparación entre el arte cinematográfico y la literatura. Si quieres leer mi opinión a este respecto, puedes hacerlo aquÃ: ¿Literatura o cine?