Esto es algo que me preguntan a menudo y, sinceramente, no sé por qué existe actualmente tanto choque al respecto. Incluso hay quienes dicen con aires de superioridad que es mejor el libro que el audiolibro.
Yo voy a ser muy honesta con ustedes. A mà me gusta mucho leer, aunque no siempre tengo tanto tiempo como me gustarÃa; a veces tampoco tengo tanto dinero como quisiera. Asà que he leÃdo muchos libros clásicos en PDF en mi celular; otros los compré por $30 en alguna librerÃa de viejo y los leà sin importar la letra chica o el papel amarillento; todo "Orgullo y Prejuicio" lo escuché en un audiolibro, lavando los platos; muchos otros los leà de tomos viejos de bibliotecas y muchÃsimos los leà en fotocopias que me prestaron mis amigos. Cuando sea anciana y mis ojos estén débiles, probablemente deba aprender braille para poder leer con mis dedos. ¿Que eso no es leer? Bueno, pues inventemos otro verbo, es lo de menos. Para mÃ, un libro vale por su contenido; no, por su portada, y definitivamente no, por su formato.
En tinta, en puntos, en sonido y en luz: la magia de leer está ahà para quien quiera disfrutarla.