Todo proyecto, todo deber incluso, empieza con una interrogante, una necesidad o, como en este caso, con una duda: ¿Qué le podemos aportar al arte hoy en dÃa? Esta pregunta me ha dado vueltas en la cabeza toda la semana. He divagado entre una respuesta y otra. En realidad, la respuesta más clara serÃa "No lo sé". Sin embargo, nunca suele ser suficiente saber que no se sabe. He estado averiguando qué es lo que hace tan maravillosos a los escritures cumbre de nuestra literatura. Hablo de Shakespeare y de Cervantes. ¿No es una contradicción que los mejores escritores de nuestra civilización no hayan tenido ni siquiera una Gramática porque para entonces apenas tomaba forma su propia lengua? Quizás sea eso mismo lo que los hizo tan grandes: ellos experimentaban. Ni la lengua, ni el teatro, ni nada tenÃa una forma definida para entonces. ¿Y ahora? ¿Estamos condenados a lo existente? ¿Qué forma tiene la vida? ¿Qué forma tiene el amor? No lo sabemos; habrá que buscar. No es la cima sino el camino lo que hace a la vida ser vida, ser eso que nos hace soñar de noche y vivir un sueño de dÃa. ¿Qué hace a la vida sino la vida misma? El arte bien podrÃa ser también eso: un camino al arte mismo. ¿Qué le podemos aportar al arte hoy en dÃa? La verdad, no lo sé. Seguiré buscando a través del mismo, esperando no encontrar nunca la verdadera respuesta.
Joanna Ruvalcaba
16 de febrero del 20015